Casa del Mesón
por Carlos Huffmann


La Caza del Snark es un poema de Lewis Carroll (originalmente bajo el pseudónimo de Charles Lutwidge) donde se narra la historia de diez aventureros que están a la caza de esa criatura imaginaria. También es el título que eligieron Guillermo Faivovich y Nicolás Goldberg para una publicación de edición limitada en la que recopilan varios textos que no estaban hasta el momento incluidos en la bibliografía sobre el Campo del Cielo y su máxima leyenda: el extraviado Mesón de Fierro.

La publicación en sí es una especie de libro en blanco sobre cuyas páginas están impresas, en facsimil 1:1, las páginas en donde aparecen estas referencias al meteorito antes mencionado. La ubicación exacta de este fierro inmigrante, que fuera visitado reiteradas veces en el pasado, es hoy un misterio debido a la mitología circundante y a las dificultades del territorio. Este cuerpo hecho de textos es por el momento su mejor avatar posible.

Los textos reproducidos varían en su tono y género literario tanto como lo hacen el color de sus páginas, sus formatos y tipografías. Uno de ellos, de 1884 es una publicación oficial que cuenta los pormenores de una incursión en el Chaco argentino En el contexto de la Expedición Victorica. La falta de agua, las dificultades de navegación, la hostilidad de los indios locales y el clima contrera colaboran para que resulte en un sórdido fracaso. Otro de ellos, mucho más reciente, narra una anécdota fantástica sobre un habitante de la zona que dice tener escondido al ex-asteroide en el interior de un castillo almenado. El personaje cuenta que conoció las coordenadas del Mesón luego de haber jugado una partida de ajedrez con un extraterrestre que, derrotado, se las revela a modo de recompensa.

"Una lágrima sobre la tumba de Mauro Carranza", es un texto incluido en la recopilación que conmemora la vida y muerte de este hombre, un argentino que luego de haber caído en desgracia falleció en la víspera de su reivindicación: el por ese entonces presidente Sarmiento lo había convocado por carta para organizar una expedición al meteorito, encomendando traer fragmentos para ser presentados en la Espocision(sic) Universal que se estaba por celebrar en la ciudad de Córdoba. Se trata de una elegía extraña: el énfasis que hace sobre la cuestión del meteorito hace pensar que la lágrima vertida por su muerte tiene más que ver con que se haya frustrado la posibilidad de contar con él para la excursión al Fierro Nativo. Por sus conocimientos y devoción al terruño, Carranza parecía ser el destinado a realizar la empresa.

Siendo el más antiguo de los textos recopilados, abundan en él partículas de un español de otra época: lejislatura, intelijente,  mui, á, hoi. El lenguaje protocolar hace de esta arjentinaun lugar extraño para el ojo contemporáneo. Dos veces se habla del meteorolito como una posible gran atracción para la Fiesta de la Espocisión. Y las dos veces se refieren a la piedra llegada del espacio como un ejemplar de las "ricas producciones de nuestro suelo".

El lamento termina con una reflexión sobre el posible accionar de una benévola mano de la providencia al llevarse a Mauro Carranza a la tumba antes de que emprenda una aventura con altas chances de fracaso. La fé en un orden superior que opera por detrás de la aparente arbitrariedad del mundo debe ser la que permite pensar que una roca que viajó por el espacio durante millones de años hasta estrellarse en el Chaco argentino puede ser un producto de ese suelo, como si se pudiese volver al hogar sin haber partido de él.

La historia del cosmos, con su particular musculatura hecha de leyes físicas, nos trajo esta piedra, puso oro en las montañas del Cordón Esquel, shale a muchos metros bajo los suelos de Neuquén y tierras fértiles con buenos regímenes de lluvias en el oeste de la provincia de Buenos Aires. ¿De qué manera es el viaje de un pedazo de meteorito menos misterioso por estar siendo transportado por manos humanas desde su lugar de aterrizaje a una sala de museo? ¿En qué medida está predeterminado el destino de una persona que muere antes de un viaje? El pensamiento moderno dirá que atribuirle a los sucesos una explicación teleológica es mecanismo del pensamiento mágico: barricadas construidas por la frágil mente racional para resistir disolverse nuevamente en el caos del cual improbablemente surgió.  Desde el punto de vista del asteroide, las categorías de lo probable o lo imposible, como la matemática, son sólo imaginaciones que hacen a la complejidad del comportamiento humano. Sin embargo, a menos que creamos que la voluntad es una fuerza paranormal libre de las cadenas de la causalidad, el espíritu que la anima debe tener algún tipo de existencia material. Eso ubicaría al accionar humano dentro del régimen mecanicista que determina, por ejemplo, la trayectoria de los cuerpos celestes. Así, en el mismo momento en el cual el universo se puso en marcha, Lewis Carroll ya estaba creando al Snark, que aunque imaginario no es menos real que cualquier otra cosa. .